Nuestra infraestructura en ruinas le está costando a usted dinero, y está frenando toda nuestra economía. Los baches en las carreteras de Massachusetts le cuestan al conductor promedio más de 600 dólares al año. Algunas carreteras y baches no se han reparado ni repavimentado en años. No es solo un inconveniente: es caro y se puede prevenir.
En estos momentos, cientos de puentes en Massachusetts están tan dañados que no pueden soportar vehículos de forma segura. Este es un verdadero problema: usted no puede simplemente esquivar un puente que está fuera de servicio. Las personas que se desplazan al trabajo, viajan para ver a sus amigos o salen a compran alimentos necesitan cruzar estos puentes: son fundamentales para llegar a donde necesitamos. Diez millones de vehículos pasan por puentes estructuralmente deficientes en Massachusetts cada día. Además, nuestro sistema de transporte, con un mantenimiento insuficiente, es perjudicial para la seguridad pública: los puentes cerrados, los desvíos y las carreteras peligrosamente sin mantener contribuyen a ralentizar los tiempos de respuesta de los vehículos y el personal de emergencia. Esto no solo es inseguro e insostenible: es inaceptable.
Grupos respaldados por las empresas dicen que casi 43.000 millones de dólares en proyectos de transporte en todo el estado están actualmente sin financiamiento, lo que paraliza aún más la infraestructura y los sistemas de tránsito de nuestro estado. Esto tiene graves repercusiones en la calidad de vida, el crecimiento económico y la resiliencia climática. Cuando estamos imposibilitados para desplazarnos, no tenemos tantas oportunidades de trabajo, no podemos ver a nuestros amigos y familiares, y no podemos hacer los recados vitales ni acudir a las citas médicas El deterioro de las carreteras y la poca confiabilidad del transporte público también dificultan la mitigación de los efectos de la crisis climática y la seguridad de nuestras comunidades.
Está claro que tenemos que hacer algo con nuestras carreteras y puentes en mal estado. Necesitamos una fuente de financiamiento permanente y sostenible que garantice su seguridad y mantenimiento. Con 2.000 millones de dólares al año de la Enmienda de la Contribución Justa, podemos mejorar nuestros sistemas de transporte en todo el estado para que todas nuestras carreteras y puentes sean seguros y todos podamos llegar a nuestro destino.