Para demasiados estudiantes universitarios, obtener un diploma significa endeudarse por miles de dólares, trabajar a tiempo completo y manejar una carga de cursos universitarios a tiempo completo.

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Durante décadas, Massachusetts ha estado recortando los recursos de nuestros institutos universitarios y universidades públicos Actualmente, las matrículas y las cuotas de esos institutos universitarios y universidades públicos están entre las más altas del país, y los estudiantes tienen dificultades para pagar dichos costos que aumentan rápidamente. La universidad no debiera ser solo accesible para los ricos: tenemos que reinvertir en una educación superior pública de calidad, para que las familias de clase media y trabajadora de nuestro estado puedan de nuevo afrontar el costo de enviar a sus hijos a la universidad.
 

Dar un paso fundamental hacia la movilidad social y económica está cada vez más fuera del alcance de las familias latinas y negras de Massachusetts. Demasiadas personas se ven obligadas a abandonar su esperanza de obtener un título universitario, lo que agrava aún más las barreras que las personas de color ya enfrentan en la educación superior y en el mundo laboral. En las comunidades de color, solo el 36 % de los residentes tienen una licenciatura, en comparación con más del 50 % de los residentes de las comunidades predominantemente blancas.

Tenemos que hacer que nuestros institutos universitarios comunitarios y nuestras universidades estatales vuelvan a ser asequibles para que todos los jóvenes que quieran una educación universitaria no tengan que cargar con décadas de deudas.