Los jóvenes siguen luchando por recuperarse de los efectos de la pandemia del COVID. Necesitan clases con un número menor de alumnos, apoyo socio-emocional, tutoría adicional y más consejeros, enfermeras y trabajadores sociales para ayudarles a retomar el camino. Pero las escuelas de todo Massachusetts están luchando solo para proporcionar los recursos básicos, por no hablar de todo lo que nuestros estudiantes necesitan en este momento.

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Demasiadas familias no pueden acceder a programas preescolares de alta calidad que apoyen a los padres trabajadores y proporcionen a los más pequeños un buen comienzo. 

Los institutos de formación profesional de alta calidad de nuestro estado tienen largas listas de espera que dejan fuera a los estudiantes que quieren una formación laboral, lo que impide a los jóvenes comenzar las carreras de éxito que eligen.

Una educación equilibrada que incluya ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés), música, arte y atletismo es esencial para todos los estudiantes. Pero muchas escuelas se ven obligadas a recortar estos programas porque simplemente no tienen fondos. 

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El éxito de toda nuestra economía depende de que los fondos lleguen a las escuelas escasamente financiadas. Podemos hacerlo si aprobamos la Pregunta 1. Esto aportará nuevos ingresos a nuestro estado, los cuales estarán constitucionalmente garantizados para la educación y el transporte. Podemos acabar con la escasez de personal, pagar a los educadores lo que se merecen y garantizar que nuestros estudiantes prosperen.